como los naranjos

Hasta los naranjos
resultan ser caducos en algún momento.
La cabeza puede enloquecerte
y la incertidumbre beberte.

Si fuera capaz de olvidar
toda confusión
y el frío me diera ímpetu
y fuerzas para volverme loco.

Me volvería loco,
junto a los naranjos caducos.

Tierra trágame, escóndeme
y déjame solo pensando
en la cantidad de estrellas que
desde lejos se ríen
de las absurdas desgracias por las que lloro.

Hoy quiero volverme loco,
junto a los naranjos caducos.

Deja que se me caigan las hojas,
que el frío me coma
y mi cuerpo quede desnudo.

Déjame caducar hoy,
como los naranjos.

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